1¡Ciudadanos, NO podemos seguir probando con lógica de ensayo y error! Errar ha sido muy caro para Chile. A menos de un mes de la presidencial, expreso mi confianza que la ciudadanía chilena no volverá a recrear la polarización política. Esa gran promesa de cambio terminó en más de lo mismo y peor. Un proceso paradojal que nos obligó a elegir entre extremos ideologizados, carentes de equipos capacitados, en que triunfó la inexperiencia, la improvisación y la inoperancia.
Quienes apoyamos a Evelyn Matthei destacamos su experiencia política y solidez técnica, su capacidad para generar gobernabilidad y cultura de paz. La avala su trayectoria, su experiencia como Parlamentaria, exministra, alcaldesa de la Comuna de Providencia, lo que garantiza solvencia técnico-política. Valoramos su liderazgo, compromiso y firmeza, para perseguir sus objetivos; su criterio de equilibrio entre crecimiento económico y justicia social. Matthei es promesa de un gobierno serio y eficiente. Anuncia la creación de 1.000.000 de nuevos empleos, con foco especial en mujeres y jóvenes. En contraste con los extremos, no guarda ideologismos ni sorpresas. Habla de fomento a la Inversión, crecimiento económico, reducción gradual de impuesto (para fomentar la inversión y el empleo) y la racionalización de la permisología.
Somos mayoría los chilenos que queremos moderación, equilibrio y capacidad. Ese electorado prefiere el liderazgo de Evelyn. Sabemos que actuará con firmeza, pero, respetando la ley y los derechos humanos. Chile necesita un gobierno que genere acuerdos y gobernabilidad, con progreso social y cultura de paz, algo que los extremos dificultan por su rigidez ideológica. Matthei tiene capacidad para impulsar Seguridad Pública y Orden, con firmeza, pero, sin autoritarismo, ni abusos, ni violencia innecesaria. Enfrentar la delincuencia, el problema de las cárceles, cuidar las fronteras, enfrentar el crimen organizado, priorizando la gestión y la tecnología (más inteligencia, dotación y coordinación). Orden, pero, sin ese enfoque puramente punitivo o castigador.
Cada cual tiene sus preferencias y todas son legítimas. Para mí votar por la Matthei es: a) Votar por la experiencia, la gobernabilidad y la capacidad para lograr resultados concretos. b) Alejar opciones radicalizadas, ideologizadas o dogmáticas. c) Optar por un escenario dialogante, d) un enfoque económico de compromiso social y e) Manejar seguridad y orden, sin extremos. Confiamos que la ciudadanía rechazará la polarización. El voto transversal -del amplio espectro político moderado- optará por Evelyn, como la alternativa más viable.
Carlos Cantero es Geógrafo y Doctor en Sociología, ex senador