Por Sergio Velasco de la Cerda
El futuro Ministerio de Seguridad, recién aprobado por la Comisión Mixta, será visto por la sala del Senado y luego pasará a la cámara de Diputados y Diputadas, en su último trámite legislativo.
El Ejecutivo espera promulgarlo los primeros días de año 2025. La creación de este organismo estatal implica la responsabilidad de quien asuma dicha cartera, el compromiso de disminuir ostensiblemente los índices de criminalidad que nos afecta a todos por igual. El país no puede seguir viviendo sumido en el miedo colectivo.
Largas discusiones y trabas de todo tipo se permitieron los legisladores, mientras las bandas criminales operan con total impunidad. Nadie está exento de ser asaltado o asesinado, los malandras no preguntan, sabiendo que la puerta giratoria los protege, tan pronto delinquen tan rápido están libres.
Son los incomprensibles vacíos de la ley.
Es por ello que el Ministerio de Seguridad tendrá a su cargo las policías y por sobre todo la coordinación de los organismos de inteligencia, tarea que recaía en el Ministerio del Interior, en los hechos en la subsecretaria.
Se descongestionará así al jefe (a) de gabinete, quien podrá ejercer en plenitud su cargo. El país requiere una marcha activa de sus ministros en terreno. Chile es un largo y angosto territorio, que necesita de sus autoridades toda vez que el centralismo es tan perjudicial como el sedentarismo burocrático.
Este veinte y tanto ministerio, contempla a los delegados presidenciales y provinciales, y los seremis que tendrá la función de secretario (a) ejecutivo, con requisitos bien específicos, esperando que no se presten para pitutos y amigos de los compadres, sino que ahí ejerzan verdaderos entendidos en la materia de activar políticas que permitan ser eficaces en la persecución de delincuentes que acechan en el país abusivamente, tarea que recae en el Ministerio Público y en las policías.
Una vez más los gobernadores son bypaseados, los alcaldes y alcaldesas no son tomados en cuenta, ellos y ellas están cerca de la gente que sufre a diario, esperando que su ser querido llegue al hogar sano y salvo. No podemos seguir permitiendo tanta alevosía, hay que exterminarla.
La estrechez económica para el presupuesto de la Nación 2025, rebaja en US 600 millones a distintos ministerios sectoriales. El financiamiento para este ministerio contempla $8.000 millones, cantidad insuficiente para lograr el objetivo encomendado, de milagros se sale adelante, como dice un buen refrán.
Empoderar al novel Ministerio de Seguridad será una tarea de todos, los que tengan relación directa con las policías, perseguir a los delincuentes, especialmente de cuello y corbata, que financian el narcotráfico, armas y fentanilo, el que entra y sale por los puertos, es transparentar una misión casi imposible.
La esperanza es lo último que se pierde, y en esta tarea NADIE SE PUEDE RESTAR.