El Presidente de la República, Gabriel Boric, expresó la gratitud de Chile con las naciones Unidas y con varios países que actuaron solidariamente con el pueblo chileno tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. «Porque tenemos la convicción de que democracia es memoria y futuro, en nuestro país hace nueve días conmemoramos los 50 años del Golpe de Estado que el 11 de septiembre de 1973 fracturó brutalmente nuestra convivencia, trayendo muerte, dolor, persecución y miseria en mi patria».
El Mandatario se refirió sin nombrar a varios, señalando que, «mientras había algunos países que en esa época apostaban por la desestabilización de democracias frágiles y otras más robustas, hubo también organismos multilaterales como el sistema de Naciones Unidas que jugaron un rol fundamental en la defensa de los derechos humanos y la democracia». «Por ello», dijo, «tenemos con Naciones Unidas, así como con otros países aquí presentes, una enorme deuda de infinita gratitud».
Luego abordó la situación interna del país. «Quien quiera que siga el debate en nuestro país, podrá ver que en Chile persisten grandes diferencias, pero también hay grandes consensos y es así como en conjunto, con los cuatro expresidentes y presidenta vivos actualmente, y mi persona, firmamos un compromiso de cara al futuro por la democracia y los derechos humanos e invitamos a otros lideres de Estado también a adherirlo». Agregó que «en los momentos de más algidez política, somos capaces oficialismo y oposición, de juntarnos para buscar caminos que nos permitan salir de los entrampamientos y poner a nuestro pueblo por delante de nuestras legitimas diferencias».
Luego, en materia internacional, repasó la postura de Chile: «Defendemos el respeto irrestricto de los derechos humanos como avance civilizatorio, independiente de qué Gobierno esté en el poder. Por eso me siento en el deber, como he señalado en otros foros internacionales, de denunciar ante esta asamblea y el mundo, la persecución que hoy día vive todo quien piensa distinto del Gobierno del régimen dictatorial del señor Ortega y Murillo en Nicaragua, en donde no solo se prohíbe su participación en elecciones, sino que se les persigue, se les priva de nacionalidad, se les allanan sus casas y se les privan de derechos políticos», afirmó.
Además, dijo que «»cuando se imponen sanciones de manera unilateral, no se está aportando a la solución. El caso de las sanciones a Venezuela hoy día, desde nuestra perspectiva, no aportan a mejorar las condiciones de vida del pueblo venezolano y tenemos la convicción que para garantizar que haya elecciones libres con garantías a todos los sectores, es también imperativo que Estados Unidos levante las sanciones que hoy día tiene contra Venezuela». «Lo mismo nos violenta respecto a las sanciones hace tanto tiempo establecidas sobre Cuba y en esto quiero ser muy claro: Declarar que Cuba es un país que promueve el terrorismo, no solo es falso, sino que nos violenta y por lo tanto, instamos a Estados Unidos a seguir la línea que en su momento tuvo el Gobierno de Barack Obama cuando lo sacó de esa infame lista que ya lleva tres años repitiéndose y que tanto daño le hace, no al Gobierno, al pueblo cubano que no lo merece», afirmó el Presidente chileno.
También se refirió a la guerra en Europa. «No podemos condenar sino de manera explicita la ilegal invasión de Rusia sobre Ucrania y en este punto, tenemos la convicción que no se puede culpar de un conflicto de estas características, o responsabilizar de la misma manera, al pueblo invasor que al pueblo invadido, o más bien, al Gobierno invasor que al pueblo invadido».