La senadora independiente Fabiola Campillai pidió el desafuero de la diputada María Luisa Cordero, quien aseguró que la ceguera que le causó un oficial de carabineros no es tal,
En un espacio donde era entrevistada el 21 de marzo, la diputada independiente que pertenece a la bancada de Renovación Nacional dijo que Campillai «no es totalmente ciega» y agregó «ve por un ojo», declaraciones que causaron revuelo y que hizo al Senado de la República declara de forma unánime el rechazo a tales expresiones.
La senadora concurrió hasta la Corte de Apelaciones de Santiago para solicitar el desafuero de la diputada Cordero, quien no se ha disculpado ni menos retractado de las aseveraciones. El desafuero es el paso previo que contempla la ley para procesar a un parlamentario de la República, para seguir un juicio en su contra, en este caso la presentación de una querella por injurias graves con publicidad.
La senadora fue víctima de un ataque con bombas lacrimógenas, una de las cuales le impactó en el rostro, perdiendo la visión, el gusto y el olfato. La diputada emitió las declaraciones en Radio El Conquistador, señalando: “La señora Campillai que se descubrió que ve. Se acuerda que yo le dije que ella votó y le achuntó en el hoyo de la urna, porque ella tiene un ojo bueno. Ella no es totalmente ciega”. Y Agregó: “Tiene un ojo que le funciona y el otro día un cabro la pilló hablando por celular en un pasillo, le tomó una foto y la subió a las redes. Ella no es ciega total. Entonces ella manda a quemar el país, a quemar los metros”, afirmó la también médico de la Universidad de Chile.
Tras estas declaraciones, el Senado apoyó en forma unánime a su par, rechazando las aseveraciones de Cordero, ante lo cual Campillai agradeció «este apoyo que hoy me están dando, de verdad no entiendo cómo una persona trabajadora de la área de la salud, psicóloga, no entiende lo que está haciendo hoy”, expresiones que dijo con lágrimas en sus ojos.
Además, comentó que “esta es una nueva revictimización, en la cual muchas veces he querido no haber vivido, he querido no recordarla. Cuántas veces tuve operaciones en las cuales cuando salía de la sala, eran dolores tremendos, que ni se pueden imaginar”.
“A lo largo de este tiempo he tratado de salir adelante, porque al peinarme todos los días me doy cuenta de lo que me ocurrió de nuevo. Al no poder admirar a mis hijos o a mi esposo, vuelvo a recordar lo que me pasó. Es terrible vivir lo que yo viví”, rememoró la senadora.