Este jueves se concretó la esperada visita del Presidente Gabriel Boric a la Región de La Araucanía, durante la cual tiene considerado reunirse con alcaldes, empresarios, representantes de comunidades indígenas y víctimas de hechos de violencia.
Su arribo a la zona, que permanece bajo estado de excepción constitucional, se llevó a cabo en medio de un contundente operativo de seguridad y mientras en algunos puntos de la macrozona sur se producían bloqueos de rutas y la quema de una escuela y una iglesia, entre otros hechos.
“Si creen que van a lograr intimidarme a mí o a este Gobierno, están muy equivocados”, dijo el jefe de Estado tras una reunión con las autoridades de la zona en la que participó junto a la ministra del Interior, Carolina Tohá y los titulares de otras carteras. Poco antes había sostenido un encuentro con el gobernador de La Araucanía, Luciano Rivas.
En la oportunidad el jefe de Estado se refirió a hechos como la quema del histórico Molino Contulmo en agosto de este año, y a otros ataques a predios privados, reconociendo que en varios casos se trata de «actos de carácter terrorista» cometidos por «cobardes».
Enfatizó que “el conflicto entre el Estado y el pueblo mapuche ha sido abordado por diferentes gobiernos (…) pero no hemos sido capaces como Estado en reducir el rezago en materia de pobreza”.
A su juicio, lo que ocurre es que «grupos y organizaciones criminales instrumentalizan legítimas causas para delinquir, causar daño e incluso muerte”.“la única forma de detener esta escalada de violencia, en que delincuentes instrumentalizan la legítima aspiración de justicia del pueblo mapuche para sus fines delictuales, es abordar esta deuda histórica”.
Por eso anunció que en la zona se adoptarán varias medidas en materia de seguridad, movilidad, inversión y trabajo con las comunidades. En esa línea, destacó la implementación del Plan Nacional contra el Crimen Organizado en la región, priorizando el robo de madera, la fiscalización de armas y seguridad agroalimentaria violencia.
