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    Argentina, todos perdieron aunque digan lo contrario

    Más allá de interpretar los resultados como ampliamente exitosos para el gobierno, digamos las cosas como son.

    El 2023, Milei obtuvo el 56% de los votos. (Elección presidencial). Este domingo obtuvo el 41% de los votos, y la abstención fue sobre los 12.235.000 electores, de un padrón de casi 36 millones, o sea, el 34%.

    Creo que en el fondo, perdieron todos…

    Si el gobierno hubiese sacado a 12 millones de la pobreza como insiste, habría superado el 56% inicial por lejos, sin embargo cayó 15 puntos.

    Hacer una lectura triunfalista, es mirarse el ombligo y no entender que el 60% desaprueba la gestión parcial desarrollada hasta ahora, pero también es un golpe duro para la oposición, que no fue capaz de capitalizar ese descontento y se ve difícil que pueda sumar, pues el descontento también es con ellos, y ahí radica un peso histórico.

    En resumen, el elector argentino en un 34% no se siente representado por ninguna fuerza política presente y el gobierno ha sido incapaz de sostener su apoyo inicial. Ese 15% que le dio el voto hace dos años, hoy se siente defraudado y no es fácil recuperar ese apoyo, menos con la realidad que vive el país y que en gran medida es responsabilidad del actual gobierno.

    A su vez el peronismo tampoco logra una adhesión que pudiese preocupar el futuro cercano del gobierno.

    Todo lo que venga dependerá de la propia gestión, que de ser similar a lo ya hecho, no se ve que pueda mejorar, a no ser de hacer cambios en las medidas sociales y obra pública, pero Milei al menos hasta ahora, está lejos de querer seguir ese rumbo. Si bien, el oficialismo aún está muy disminuido en la representación de la cámara, lo obtenido podría favorecer que los vetos presidenciales propuestos hasta ahora, podrían sostenerse y así no ser revertidos como había sucedido.

    Más allá de eso, no es mejor la posición relativa con el descontento popular.

    Pero, que representa este pseudo triunfo: La Libertad Avanza y sus aliados alcanzaron aproximadamente el 40% de los votos, lo que se traduce en 64 nuevos escaños en la Cámara de Diputados de Argentina. Con el recambio legislativo del 10 de diciembre próximo, el espacio de Javier Milei llegará a un total de 94 diputados sobre 257.

    Aunque esa cifra está lejos de ser mayoría en la Cámara baja, sí representa una fuerza parlamentaria suficiente para respaldar los vetos presidenciales y, además, bloquear cualquier intento de juicio político contra Milei que impulse la oposición. Este es el verdadero avance, pero esto no es suficiente, pues son las medidas y la situación de la gente lo que finalmente moverá la aguja en las próximas presidenciales.

    Se podría pensar que ahora Milei la tiene más fácil, pero lo que de aquí en adelante suceda y como se utilicen los 20.000 millones de dólares del swap con el Tesoro Norteamericano, marcará el corto plazo, y si Milei y su equipo siguen sosteniendo la misma estrategia que hasta ahora, y el mismo modo, todo apunta a que esta inyección de dinero será un calmante y nada más que un analgésico para una dolencia que es mucho más que una jaqueca, y quizá sería recomendable que la política argentina en pleno, se haga un buen examen, no vaya a ser cosa que sea algo más grave y detectarlo a tiempo podría evitar un desastre que nadie desea.

    Seguramente el exitismo, como siempre, será un pésimo consejero, pero cuando la música está muy fuerte, impide oír el susurro de las mayorías silenciosas, y como hemos podido ver, al presidente argentino le gusta deambular con el volumen al máximo.

    Tomado de X @MisColumnas

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