El ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, será sometido a juicio acusado de liderar un golpe de Estado contra el actual presidente, Luiz Inacio Lula da Silva y los tres poderes del Estado el 8 de enero de 2023.
La Primera Sala del Supremo Tribunal Federal (STF), aceptó la denuncia de la Procuraduría General de la República (PGR) y convirtió formalmente en acusados a Bolsonaro y siete colaboradores del ex presidente.
El juez Alexandre de Moraes, que asumió el papel de relator de la Sala, afirmó se aprecian «pruebas razonables» en la acusación de la PGR de que Bolsonaro lideró una trama golpista tras su derrota ante el izquierdista Lula en 2022.
Bolsonaro coordinó a miembros del Gobierno federal para actuar de forma ilícita en la construcción de una narrativa de desinformación, y que la agresión se intensificó progresivamente contra las instituciones.
Bolsonaro, tras la audiencia en Brasilia, afirmó que «el tribunal pretende impedir que se me juzgue en 2026 porque no quiere que me presente a las elecciones ya que saben que, en una contienda justa, no hay candidato capaz de vencerme».
«A juzgar por lo que leemos en la prensa, estamos ante un juicio con fecha, objetivo y resultado definidos de antemano. Algo que sería un teatro procesal disfrazado de justicia, no un juicio penal, sino un proyecto de poder que pretende interferir en la dinámica política y electoral del país», sostuvo el también excapitán de ejército.
Junto con él serán enjuiciados siete altos jerarcas del régimen bolsonarista, militares y civles: Alexandre Ramagem (diputado federal y ex jefe de los servicios de inteligencia), Almir Garnier (ex comandante de la Marina), Anderson Torres (ex ministro de Justicia), Augusto Heleno (ex ministro de Seguridad Institucional), Mauro Cid (coronel y ex ayudante de Bolsonaro), Paulo Sergio Nogueira (ex ministro de Defensa) y Walter Braga Netto (ex ministro de la Casa Civil -jefe de Gabinete- y de Defensa).