Este, nuestro quinto número, ya nos permite hacer algunas reflexiones globales con respecto a los objetivos de la revista. Tener como prioridad los sistemas de salud está acorde con los parámetros internacionales. Esto es, poner en el centro: la satisfacción de los pacientes; la calidad de la atención, el control de costos innecesarios y la satisfacción de los trabajadores. Asimismo, el carácter multidisciplinario de nuestra revista ayuda a descubrir actividades y experiencias que pueden potenciar el bienestar colectivo.
Justamente, iniciamos este número con una propuesta interdisciplinaria para medir bienestar subjetivo. Esto complementa las medidas de organismos internacionales y la Encuesta de Bienestar Social que aplicó el Ministerio de Desarrollo Social. Medir bienestar y la percepción a través del tiempo de las personas permite evaluar y mejorar el resultado último de las políticas públicas.
El artículo de J. L. Urbina sobre el sistema de salud y seguros en EE. UU. muestra que, no siempre, por mucho gastar se tiene mejores resultados. El modelo de salud de EE. UU. difícilmente es algo a replicar. Junto con leer el artículo de Urbina quizás podamos recomendar, complementariamente, ver la serie The Resident de Netflix[1] que muestra un espectacular incremento del desarrollo tecnológico en el área de la salud junto con una, igualmente espectacular, reducción de los parámetros éticos, lo que podría explicar el boom de costos … pero esto es solo ficción.
Incluir la resolución de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre salud y economía es un salto importante. Hace tiempo que la salud está ocupando más recursos que muchas otras áreas (por ejemplo, que la agricultura) y puede alcanzar hasta 16% del PIB en EE. UU. y 9% en Chile. Calidad, eficiencia, priorizaciones de procedimientos son fundamentalmente decisiones sanitarias pero deben estar complementadas por las decisiones económicas porque las prioridades últimas deben tener sustentabilidad sanitaria y financiera.
Consecuentemente, se ha dado el espacio necesario al aporte de P. Lagos que examina con información oficial y exhaustiva el presupuesto de salud 2025 con sus limitaciones para enfrentar los problemas que se arrastran por decenios.
El aporte de Loreto Molina y Camila Villalobos, analistas del departamento de Estudios de Cenabast tiene por objeto mostrar que organismos públicos de esta naturaleza (que compran medicamentos e insumos de manera centralizada para toda el área de la salud) son eficientes y permiten obtener mejores precios para el sistema público e incluso para el sector privado que intermedia con esa institución.
Entrevistar a Cristina Girardi, especialista en medicina china, fue un gran descubrimiento. Nuestra encargada del Comité Editorial, Loreto Espinoza, la visitó en el Hospital Félix Bulnes de la comuna de Cerro Navia, conversó con pacientes y no cabe duda, que los conocimientos científicos tradicionales tendrán que incorporar otras prácticas y cosmovisiones que también han demostrado resultados. Es parte de lo que la gente espera.
El gobierno esperaba haber presentado una reforma de salud antes de fines del año 2024. APROB y la Universidad Academia de Humanismo Cristiano organizamos un ciclo de conversatorios con el objetivo de elaborar sugerencias y propuestas para esa Reforma de Salud. Estas fueron entregadas a la ministra Ximena Aguilera y son reproducidas en este número. Serán útiles y necesarias para las reformas que necesita el sistema más temprano que tarde.
Muchos, incluido APROB, dudamos de que la reforma pudiese ser presentada este año. En efecto, como lo ha dicho incluso el Informe anual 2024 del FMI para Chile: “la polarización política está obstaculizando el progreso de las reformas”. En efecto, la ideologización exacerbada de los debates públicos neutraliza toda acción constructiva, Solo el país y la ciudadanía pierden con esta lógica.
Así, la reforma a las Isapres se redujo a un mal acuerdo sobre el reembolso de los pagos indebidos; la universalización de la atención primaria tendrá que esperar recursos que no fueron aprobados de manera suficiente en el presupuesto de 2025; el sistema de subsidios de indemnización laboral que consume buena parte de las cotizaciones de los afiliados a Fonasa no han visto una propuesta viable de transformación; la Modalidad de Cobertura Complementaria (MCC) de Fonasa está postergada hasta mediados de 2025; y las listas de espera se mantienen con un manto de opacidad en cuanto a la información estadística real. Lo malo es que estos problemas no los ha resuelto ninguno de los gobiernos de los últimos 20 años. Nadie ha podido… más allá de los muy diferentes signos políticos de las autoridades.
Solo se podrá salir de este punto muerto con un acuerdo político-social-sanitario, transversal que ponga metas específicas por temas concretos. Los intereses parciales, económicos y de grupos de interés y actores de la salud han logrado perpetuar un insostenible status quo.
Comité Editorial
[1] Por cierto, no tenemos ningún acuerdo ni compromiso con esa empresa.
Lea acá el número de diciembre 2024 Boletin_de_precios_APROB diciembre_2024