Por Sergio Velasco de la Cerda
“Por sus obras lo conoceréis” Mateo 7: 16-29.
Fernando Chomalí, Arzobispo de Santiago, fue nombrado por el Papa Francisco como noveno Cardenal de Chile. Una designación de alta responsabilidad para la Iglesia Católica, el que debe enfrentar una enorme cantidad de desafíos, para volver a conquistar la fe, en el Señor.
“Espero ser un aporte” señaló convencido, de la transcendente e histórica misión que asume. Junto a sus hermanos Obispos de la Conferencia Episcopal son los que tienen una tarea insoslayable, recuperar la confianza de un pueblo cristiano que ansían ver, a sus máximas autoridades eclesiásticas, ser y no parecer, un verdadero espejo de luz.
“Apeló de inmediato” a sus directos compañeros, a los sacerdotes, curas y monjas, de base quienes son los que están compartiendo a diario con las comunidades religiosas, las que muchas veces se ven superadas por hechos, reñidos con la moral y los principios, que envuelve el Evangelio de Cristo.
“Valora a la familia” como un lugar donde las personas aprenden a crecer. “Promueve el empleo” por qué es un camino privilegiado para superar la pobreza que aqueja a muchos chilenos y chilenas. Ambos conceptos son extraordinariamente vigentes, en una sociedad que está absolutamente desconfiada y corrompida por sistema económico y social que los maltrata.
Méritos personales tiene y de sobra, aunque conservador, deberá demostrar en el pedregoso camino a transitar duros desafíos que enfrentará. Desafíos que no son menores, cuando el culto a la riqueza y al poder, transita por una senda del individualismo y egoísmo exacerbado.
Su condición de profesor lo convierte en un formador de valores en la persona, derechos humanos que deberá defender, contra viento y marea. Especialmente de inocentes hijos de Dios, de sacerdotes y Obispos, embestidos y protegidos por una sotana, que han abusado criminalmente de niños, niñas y adolescentes, destrozándoles su futuro.
La pedofilia nunca más en las casas de la Iglesia Católica Chilena, obedeciendo ciegamente a los 10 mandamientos, de la tabla recibida por Moisés, especialmente: NO COMETERÁS ACTOS IMPUROS. Vergüenza que marca a toda una sociedad creyente.
Ingeniero civil, con mención en construcción, teólogo, poeta y columnista. En su calidad de Obispo, tanto de la UC de la Santísima Concepción y de la UC de Santiago, gran Canciller, conoce de cerca el dolor de los padres endeudados, para que sus hijos e hijas puedan estudiar una carrera superior, que los arrancara de la indigencia.
“De descendencia palestina”. Sus padres como muchos otros arrancando de su patria, son inmigrantes que han aportado mucho al país que los acogió. La colonia árabe más numerosa en Chile, hoy víctima del genocidio, que sufre de Israel, usurpador de sus tierras, desde 1945 cuando la Asamblea General de la ONU partió en dos esa noble y pacifica nación.
La esperanza del pueblo católico está puesta en tus sabias y futuras decisiones. Que sean la de un servidor y no la de un servido, como fue Cristo, con su mensaje, “urbi et orbi”, al mundo. Así sea.