EDITORIAL: El alza del precio del cobre y los efectos en la sociedad chilena

El valor internacional del cobre se proyecta al alza y eso es una buena noticia para el país, que de acuerdo al impacto en la economía sigue siendo significativo.

De partida, el presupuesto de la nación se elaboró con un valor de 3,86 dólares la libra, pero la proyección de la Comisión Chilena del Cobre, Cochilco, señala que este 2024 el precio cerrará en 4,18 dólares, lo que representa un 8,29% más de lo estimado.

El último trimestre del año, sumado a la baja de tasas en la Reserva Federal de Estados Unidos de medio punto, hará que el peso se revalore y los ingresos de retornos por la exportación de cobre bajarán el tipo de cambio, lo que repercute en las importaciones favorablemente. Se espera que disminuya el precio de los combustibles, por ejemplo, aliviando los costos de nuestra economía. Se trata de buscar un equilibrio que no afecte al sector exportador.

La proyección de la inflación sigue a la baja. El Banco Central proyecta un alza del costo de la vida de 4,5%, pero la baja de la tasa de interés de medio punto informada a inicios de septiembre muestra el techo del margen, que podrá acercarse al 4%.

Así, con mayor precio del cobre, menor valor del dólar y con la inflación a la baja, la economía comenzará a repuntar con fuerza. Todavía faltará despejar algunas dudas del escenario internacional: el fin de la guerra entre Rusia y Ucrania y la elección presidencial en Estados Unidos. Con esta perspectiva, el gobierno del Presidente Gabriel Boric seguirá buscando una reforma tributaria acotada para financiar pensiones y salud, talvez el CAE.

En ese sentido, el llamado del arzobispo de Santiago en el Te Deum del 18 de septiembre, se debe entender como un gran pacto social, que les entregue herramientas a todos los actores para poner sobre la mesa el interés nacional por sobre cualquier sectarismo. Las acusaciones constitucionales contra integrantes de la Corte Suprema no deben paralizar al país ni se debe temer la acción de la justicia, y el Caso Hermosilla -y sus derivados-, con la urgente necesidad de aclarar y poner en la cárcel a los responsables, caiga quien caiga. Lo mismo debe enfrentar el general Yáñez, sin hacer de su caso un asunto político, como hasta aquí ha sucedido.

El Gobierno debe poner todas sus energías en la economía en el año y medio que le resta de mandato, que se ve auspicioso. El 2025 se espera el precio del cobre en 4.50 dólares, la inflación en 3% y un dólar bajo los 900 pesos, condiciones ideales que repercutirán en la inversión extranjera y mantendrá a Chile en primer lugar en la región.

Talvez sea esta la oportunidad de cerrar un gran pacto social, que saque al país de un letargo que lleva doce años, que se comience a ver la luz al final del túnel con sueldos y pensiones decentes, que le cambie el rostro a una sociedad que se encierra temprano y que ha cambiado, para mal, sus relaciones con el prójimo.