Carlos Miranda Conservador de Hipotecas del CBRS se salió con la suya. Logró que su intransigencia en la discusión del Convenio Colectivo, y después de 20 años de negociaciones normales, obligara a los trabajadores a ir a la huelga. La piedra de tope es que quiere que de su fondo de cálculo de salarios se paguen también los gerentes.
Carlos Miranda, ex notario de Concepción que llegó a Conservador de Bienes Raíces de Santiago encargado de Hipotecas y Gravámenes llegó al cargo hace solo un año y medio. Pero además de la huelga ya tiene numerosos records administrativos a su haber, que le brindan un alto rating como el peor funcionario del poder judicial (los conservadores son auxiliares de justicia según el Código Orgánico de Tribunales).
Perdió una demanda laboral con los sindicatos de esa oficina ante los Tribunales del Trabajo en que pedía la nulidad del Convenio Colectivo vigente porque sus cláusulas interferían con sus derechos patronales de “gestión del oficio”. Perdió el juicio con costas pero sirvió de anticipo acerca de lo que sería su postura en la negociación colectiva.
Segunda, en la misma causa usó un poder dado por los otros dos conservadores con otros fines, para demandar a los sindicatos. Ello le generó una dura controversia con Luis Maldonado quien no estaba de acuerdo con demandar a los trabajadores. El tema fue zanjado en tribunales a favor de Miranda pero perdió la demanda laboral y todo terminó en empate con Maldonado.
La tercera es la apertura de un sumario reservado por parte de la Corte de Apelaciones de Santiago, ante una presentación de la presidenta del Sindicato N°2 Maggie Bustos en el cual acudieron numerosos trabajadores a declarar en su contra por malos tratos. Se desconocen los resultados, pero dio origen a una persecución contra ex dirigentes sindicales que habían declarado ante la ministra sustanciadora y dio origen a otro juicio laboral.
Aliado con Kamel Saquel, un anciano de mas de 90 años que maneja el registro de interdicciones, impone un criterio de mayoría frente a Maldonado. Entre sus puntos fuertes está en cargar al porcentaje de ingresos que permiten pagar los sueldos de los trabajadores cargar también el sueldo de los gerentes de todo el CBRS, unos 10 o 12 funcionarios que son todos de exclusiva confianza de los conservadores, e incluso varios familiares de ellos o hijos de políticos connotados.
En la negociación colectiva, los conservadores se hacen representar por sus gerentes de contabilidad, los cuales se transformas por mandato de sus empleadores en negociadores de sus propios sueldos con cargo al porcentaje 75% de los ingresos que sirven para fijar la renta variable que perciben los funcionarios. Los trabajadores consideran que esos gerentes debieran ser pagados con el 25% restante de los ingresos que es exclusivo de los concesionarios y que les brinda un salario entre 180 y 220 millones de pesos mensuales promedio a cada uno de acuerdo a cálculos del año 2020, presentados ante la Cámara de Diputados.