Rafael Urriola Urbina[1]
La prestigiosa revista británica The Lancet publicó hace algunas semanas un estudio acerca de los cambios en la Carga de Enfermedad (CdeE) a nivel mundial. La CdeE es un indicador sanitario fundamental de salud pública porque permite calcular cuantos años de vida se pierden por enfermedad o discapacidad y, con ello, como varía la esperanza de vida de las poblaciones.
A continuación se comentan algunos resultados de este estudio[2] que entrega, por primera vez, una evaluación post covid-19 a nivel mundial, para siete supra regiones, 21 regiones, 204 países y territorios.
Los años de vida perdidos ajustados por discapacidad (AVAD) aumentaron en el mundo de 2,63 mil millones en 2010 a 2,88 mil millones en 2021 por todas las causas combinadas. Gran parte de este aumento en el número de AVAD se debió al crecimiento de la población y al envejecimiento. Si bien, este cálculo no está hecho de manera directa en Chile, es evidente que por el envejecimiento poblacional habrá mayor prevalencia de enfermedades, especialmente mentales, que provocarán discapacidades en la población sin ser letales. Es decir, hay más personas que viven más tiempo pero con discapacidades.
Sin embargo, cabe destacar que hubo una disminución de las tasas AVAD ocurridas durante la pandemia de COVID-19, porque las muertes se concentraron en las personas mayores. Esta tendencia, se revirtió. En 2019 había bajado a 4,1 % para remontar al 7,2 % en 2021.
Sin embargo, destaca el estudio de The Lancet, se observaron notables avances en la salud en otras enfermedades transmisibles, maternas, neonatales y nutricionales. A nivel mundial, entre 2010 y 2021, las tasas de AVAD estandarizadas en el período por edad para el VIH/SIDA disminuyeron en un 47,8% (esto quiere decir que los tratamientos contra la enfermedad a nivel mundial son hoy más eficaces para reducir sus impactos nocivos). Asimismo, para las enfermedades diarreicas disminuyeron en un 47%.
Entre 2010 y 2021, entre las 25 principales causas mundiales que potencian las tasas de AVAD estandarizadas por edad, las que aumentaron más sustancialmente fueron los trastornos de ansiedad (16,7%), los trastornos depresivos (16,4%) y la diabetes (14,0%). Este impacto de las enfermedades mentales en el malestar de la población mayor lo corrobora en Chile la VII Encuesta de Calidad de Vida que acaba de publicar el Sernam. Si bien, según la OMS (2020), las cardiopatías siguen siendo la primera causa de mortalidad; la diabetes y la demencia ahora se sitúan entre las 10 causas principales.
Por causa de la Covid-19 la expectativa de vida en el mundo disminuyó un 2,2% entre 2019 y 2021 aunque esta tendencia se ha recuperado rápidamente.
The Lancet sugiere que dar prioridad a las políticas de prevención y tratamiento de enfermedades no transmisibles, así como fortalecer los sistemas de salud, sigue siendo de vital importancia. Justamente, el fortalecimiento de la atención primaria para resolver situaciones que puedan evitar acciones tardías en la atención hospitalaria es una política eficiente tanto en costos como en resultados para el bienestar de la población.
[1] Economista de la salud. Area de salud y bienestar de la Asociación para la Promoción del Bienestar APROB.
[2] Global incidence, prevalence, years lived with disability (YLDs), disability-adjusted life-years (DALYs), and healthy life expectancy (HALE) for 371 diseases and injuries in 204 countries and territories and 811 subnational locations, 1990–2021: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2021 GBD 2021 Diseases and Injuries www.thelancet.com Vol 403 May 18, 2024