Editorial: Dignidad periodística

No es fácil escribir sobre el sufrimiento de dos pueblos secuestrados por el fanatismo. De un lado está Hamás y del otro la ultraderecha israelí. Ambos se escudan en el derecho a la rebelión y a la respuesta, sin importar las miles de vidas que ha costado el conflicto que, en el mundo contemporáneo, lleva 75 años.

De un lado está la aniquilación y de otro la inmolación. Hace 50 años estaba la guerra de El Líbano, que todavía tiene facciones que, cada cierto tiempo, se reactivan. El Medio Oriente es un polvorín y hoy no sabemos qué va a pasar con Gaza ni con Cisjordania, ni con Siria, que están bajo fuego israelita, y tampoco sabemos que sucederá con Israel, que ha sido atacado por Hamás toda la semana y en conjunto ya suman más de 3 mil muertos.

Pero a los periodistas nos toca informar, por eso es que hay que destacar a los medios que no han seguido las versiones oficiales, sino que investigan y se cuestionan. La verdad, se ha dicho como frase cliché esta semana, es la primera víctima de toda guerra.  El caso de una periodista de un medio israelí que informó que habían encontrado 40 bebés decapitados en un kibutz, lo que el mismo ejército israelí no confirmó, es cuestionable.

No lo es, sin embargo, la declaración de los periodistas de Chilevisión que, en un comunicado, reclamaron por la libertad de expresión y el derecho a la información, desafiando así a los dueños estadounidenses de ese medio, Paramount, que habían expresado por redes sociales su postura frente al conflicto.

«Los trabajadores del departamento de prensa de Chilevisión Noticias y Contigo en la Mañana declaramos no compartir su contenido.  Concordamos en condenar el asesinato de civiles inocentes por parte de Hamás, pero eso no nos impide también condenar explícitamente los excesos cometidos por Israel en la Franja de Gaza, donde las víctimas inocentes también suman miles a causa de los bombardeos indiscriminados lanzados en represalia tras los ataques», dice la valiente declaración.

Con la energía nunca antes vista en un medio de comunicación chileno contrario a lo que expresan sus dueños, señalan que «defendemos nuestra independencia editorial respecto de las posturas que explicita Paramount y reafirmamos nuestro compromiso para abordar conflicto en curso sin sesgos que impidan una correcta cobertura al drama de esta guerra».

Esto es lo que esperamos siempre, que los periodistas hagan valer el derecho a informar y a no seguir líneas editoriales que son oportunistas, sesgadas y que no se pueden tolerar. Hay colegas que han muerto esta semana en medio de los ataques, pero ello no es noticia ni debería serlo, en tanto periodistas, sino lamentarlo como cualquier otra vida.

 

Fotografía: Agencia Anadolu