El Partido Popular, PP, pasó de la euforia en las municipales de mayo a la derrota de este domingo, al no alcanzar los 176 votos que las encuestas le pronosticaban a la derecha en las elecciones generales, donde el 70% del electorado concurrió a las urnas en España.
El gran ganador fue el Jefe de Gobierno, Pedro Fernández, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), quien en una arriesgada jugada política adelantó 6 meses las elecciones generales, al disolver el parlamento y fijando para 60 días la contienda.
Las cartas jugadas le dieron la razón, pues obligó al PP a una alianza con la extrema derecha representada por VOX, de la cual el Partido Popular intentó desligarse, pero para ello necesitaba tiempo, al menos seis meses. Su resultado electoral demuestra que ese intento le dio un relativo resultado, pues pasó de 89 a 136 diputados, pero sus socios de VOX cayeron de 52 a 33.
En tanto, el PSOE subió dos escaños en el parlamento, quedando en 122, mientras los 31 de Sumar y las fuerzas de Cataluña y del País Vasco le darían la mayoría necesaria para gobernar.
En las reacciones de los candidatos a Presidentes, Pedro Sánchez dijo que «hemos sacado más votos y más escaños que hace 4 años», mientras que el líder de la oposición Alberto Núñez Feijóo dijo que “como candidato del partido más votado, mi deber es abrir el diálogo para intentar gobernar nuestro país de acuerdo con los resultados electorales“.