Desde Estados Unidos a China, pasando por la Unión Europea y América Latina, numerosos países condenaron el asalto de simpatizantes del expresidente ultraderechista brasileño Jair Bolsonaro al Congreso, el Tribunal Supremo y el palacio presidencial, que algunos consideran un «intento de golpe de Estado» y «fascista», y expresaron su apoyo inquebrantable al mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
Según informa el portal de noticias DW.com, El presidente de Estados Unidos, Joe Biden calificó lo sucedido de «escandaloso» y su asesor de seguridad nacional Jake Sullivan, dijo que Washington «condena cualquier intento de socavar la democracia». Nuestro apoyo a las instituciones democráticas de Brasil es inquebrantable. La democracia de Brasil no se verá sacudida por la violencia», escribió Sullivan en su cuenta de Twitter.
China «se opone firmemente al ataque violento» contra las sedes del poder en Brasil, declaró el portavoz de la cancillería, Wang Wenbin, destacando que Pekín «apoya las medidas tomadas por el gobierno brasileño para calmar la situación, restaurar el orden social y preservar la estabilidad nacional».
«Condenamos de la manera más firme las acciones de los instigadores de disturbios y apoyamos plenamente al presidente brasileño Lula da Silva», declaró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Rusia afirmó que «apoya plenamente» al dirigente actual, Luiz Inácio Lula da Silva.
Canadá también condenó la intrusión y manifestó su «apoyo al presidente Lula y a las instituciones democráticas de Brasil». «El respecto del derecho democrático de las personas es primordial en toda democracia», dijo también en Twitter el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández expresó su solidaridad con el gobierno de Lula «frente a este intento de golpe de Estado» y, como presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), llamó a la región a unirse contra «la reacción antidemocrática».
«Reprobable y antidemocrático el intento golpista de los conservadores de Brasil, azuzados por la cúpula del poder oligárquico, sus voceros y fanáticos», dijo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en la misma red social. «Lula no está solo, cuenta con el apoyo de las fuerzas progresistas de su país, de México, del continente americano y del mundo», añadió.
«El fascismo decide dar un golpe», tuiteó el presidente de Colombia, Gustavo Petro. «Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia. Es hora urgente de reunión de la OEA si quiere seguir viva como institución y aplicar la carta democrática».
También en Twitter el mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro rechazó «de manera categórica la violencia generada por los grupos neofascistas de Bolsonaro que han asaltado las instituciones democráticas del Brasil» y respaldó a Lula y al pueblo brasileño «que seguramente se movilizará en defensa de la Paz y de su presidente».
El presidente de Chile, Gabriel Boric calificó el ataque de «impresentable». El gobierno ha anunciado que está impulsando junto con otros países una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA «para respaldar la democracia y el Estado de derecho en Brasil».
«Negados a reconocer un triunfo de la alternativa, los bolsonaristas de #Brasil son émulos de los trumpistas que asaltaron el Capitolio de #Washington. #NoAlGolpe. Solidaridad total con @LulaOficial», afirmó categórico en Twitter el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel refiriéndose a la toma por asalto del Congreso estadounidense en 2021 por partidarios del exmandatario Donald Trump.
«Los fascistas siempre buscarán tomar por la fuerza lo que no lograron en las urnas», señaló el presidente de Bolivia, Luis Arce en Twitter, quien también se solidariza con Lula.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso tachó en Twitter de «irrespeto y vandalismo» las acciones perpetradas por los seguidores de Bolsonaro porque «atentan contra el orden democrático y la seguridad ciudadana». Quito respalda a Lula y su gobierno «legalmente constituido».
«Rechazo el uso de la violencia y el intento de asalto del Congreso y la presidencia en Brasil», escribió la presidenta de Perú, Dina Boluarte, en su cuenta de Twitter al tiempo que manifestó su solidaridad con el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Más temprano, la cancillería peruana había condenado el asalto y «cualquier intento de desconocer la legitimidad de las elecciones de octubre 2022» que ganó Lula.
El mismo tono surge en República Dominicana, cuyo presidente, Luis Abinader, expresó «el más enérgico repudio y condena a los injustificables actos de violencia contra los poderes del Estado y la democracia en Brasil».
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA) Luis Almagro condenó «el ataque a las instituciones en Brasilia, lo cual constituye una acción repudiable y un atentado directo a la democracia». «Estas acciones son inexcusables y de naturaleza fascista», afirmó en un tuit.
CIDH, Unión Europea, Caricom, Francia y Alemania
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) «repudia los ataques a las instituciones y la violencia en Brasilia» y lo calificó de «ataque a la democracia», afirmó en un comunicado en portugués. «El derecho de reunión debe ser pacífico, sin armas y con estricto apego al estado de derecho», insistió.
«Apoyo total al presidente Lula da Silva, democráticamente elegido por millones de brasileños tras unas elecciones justas y libres», afirmó el presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, en Twitter.
También le apoya el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, el español Josep Borrell, quien dijo estar «consternado» por esta «violencia extremista».
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, afirmó estar «profundamente preocupada».
La Comunidad de países del Caribe (Caricom) manifestó que condena «la invasión violenta de edificios gubernamentales ocurrida en Brasilia» y agregó que «los involucrados deben rendir cuentas», al tiempo que llamó a un rápido retorno al orden y reafirmó su compromiso con la democracia.
El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, afirmó que apoya «el gobierno democrático elegido en las urnas» y condenó «la actuación de los grupos que se oponen a los resultados legítimos».
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llamó a «respetar las instituciones» de Brasil y expresó el «apoyo indefectible de Francia» a Lula.
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, condenó el lunes el asalto, que tildó de ataque «intolerable» a la democracia, y expresó su apoyo a Lula.
La jefa del gobierno de Italia, la ultraderechista Giorgia Meloni, estimó que «las imágenes de la irrupción en las sedes de las instituciones son incompatibles con cualquier forma de desacuerdo democrático» y pidió «la vuelta a la normalidad» en Brasil.