La ley del equilibrio

columna

La creación en donde vivimos, donde pertenecemos, no solo en el planeta tierra, si no, en todo el universo, para funcionar correctamente debe estar en equilibrio.

Desde el simple hecho de hervir una tetera de agua, en donde en el interior de esta se cumple a la perfección la ley del equilibrio térmico, hasta la interacción entre los planetas, soles, lunas, asteroides, entre otros, están todos en equilibrio.

El cuerpo humano vive en equilibrio, cuando algo sucede mal ya sea por una enfermedad o contagio, se rompe ese equilibrio y empieza a dar señales o cuando se le somete a extremos en donde se pierde el equilibrio empiezan los problemas.

En Chile se empezó a romper el equilibrio hace muchos años y se terminó de romper el equilibrio con violencia sin control y hoy vemos demasiada intolerancia y polarización. Esperemos pronto volver al equilibrio y reconocer que los extremos solo tienen como destino la destrucción.

La naturaleza está en equilibrio y debe estarlo siempre, los humanos hemos contribuido a romper ese equilibrio y ya vemos las consecuencias en el cambio de clima, desaparición de especies. Desde el depredador más grande hasta el más pequeño hay equilibrio, los leones cazan para sobrevivir, no para exterminar, es tan solo un ejemplo.

El éxito de Chile como país admirado en Latinoamérica y en el mundo, es porque en los últimos años hubo equilibrio, una gran mayoría equiparaba fuerzas con otra gran mayoría, es por eso que hubo estabilidad, coherencia, turnándose los gobiernos entre las grandes facciones que permitían el equilibrio. Los avances son admirables para ser un país pequeño con una economía pequeña y un país sin tanta riqueza o diversidad como Argentina o Perú.

En las relaciones humanas, también se debe cumplir la ley del equilibrio, ya sea desde la relación dentro de la familia como también dentro del entorno que estamos.

El equilibrio en las relaciones humanas se basa en el respeto a la ley de “Los Deberes y los derechos”
Los derechos de una persona terminan cuando se empieza a afectar los derechos del otro, es decir, los derechos de una persona tienen su límite cuando empiezan sus deberes.

La relación entre derechos y deberes son inviolables, cuando se rompen estos, se rompe el equilibrio y empiezan las grandes diferencias que terminan por romper ese equilibrio de relación armónica, pacifica, de cooperación y respeto mutuo.

Todos tenemos derecho a la libre expresión, a la libre elección, pero eso nos trae el deber de respetar la libre expresión y libre elección de los otros.

En Chile se empezó a romper el equilibrio hace muchos años y se terminó de romper el equilibrio con violencia sin control y hoy vemos demasiada intolerancia y polarización. Esperemos pronto volver al equilibrio y reconocer que los extremos solo tienen como destino la destrucción.