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El ahora ex director del organismo cree que se orquestó una campaña de desprestigio en su contra y que fue objeto de una suerte de «cancelación», que se hizo evidente con la negativa de Gabriel Boric a recibirlo, pese a que le pidió una reunión desde que era Presidente electo.
«Evidentemente yo no era una persona grata para el Poder Ejecutivo», afirmó el ahora ex director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Sergio Micco, sobre los entretelones de su renuncia anticipada al organismo que tuvo lugar hace pocos días.
En una entrevista publicada este domingo en El Mercurio, Micco defendió el rol que le tocó jugar a la cabeza de la entidad en un momento muy complejo, como fue el estallido social, y aseguró que le jugó en contra haber sido objeto de una suerte de «cancelación» que terminó en su salida.
«Esto partió con prejuicios en mi contra, y que terminó, francamente, en una cultura abiertamente de cancelación. Calculo, por lo menos, seis campañas de funa en contra de lo que yo representaba», dijo.
Micco sostuvo que una prueba de ello es que el Presidente Gabriel Boric nunca estuvo disponible para recibirlo, pese a que solicitó una reunión con él el 18 de enero, cuando todavía era Presidente electo. Dijo que su objetivo era abordar «la agenda de verdad y justicia», pero que el encuentro «no se dio nunca».
Finalmente, enfatizó que «yo estoy muy orgulloso de lo que hicimos como Instituto. Nuestra democracia estaba en riesgo y el instituto estaba para proteger la democracia, pues sin ella no hay derechos humanos que se respeten», indicó Micco, agregando que «en el INDH demostramos que personas de izquierda, de centro y de derecha podíamos decir verdades de hecho, como que en Chile se estaban violando gravemene los derechos humanos, y agregar verdades de derecho, como que es inaceptable que se quemen iglesias, se pretenda quemar a carabineros o que era un atentado a la dignidad de la persona ese infame rito de ‘el que baila pasa'».
