Es de conocimiento público que los costos de vida han ido incrementándose en los últimos meses. Inflación, recesión, pandemia y estallido social han sido los ingredientes para esta tormenta perfecta. En los últimos 12 meses la inflación llegó al 12,5% y el Índice de Precios del Consumidor (IPS) del mes de junio se registró en 0,9%, siendo más bajo de lo esperado por la autoridad.
La sorpresa del IPC a la baja de la expectativa de la autoridad económica no necesariamente beneficia al momento de comprar, pero si es una clara señal positiva del control de la inflación en nuestro país. Son precisamente los aumentos importantes en alimentos y combustibles los que desestabilizan las economías familiares, entre los productos que destacan sus alzas son los transportes aéreos, el turismo, aceites y combustibles como el petróleo y la bencina.
En este invierno, más helado que el anterior, el transporte y los alimentos sufrirán aún más alzas debido a la variación de las divisas (moneda extranjera) que entran al país y el valor del dólar, mientras que el conflicto ruso-ucraniano se extienda la demanda por recursos continuara. Al mismo tiempo, en que la economía rusa se desploma por las sanciones de EEUU y sus aliados, el mercado asiático continúa subiendo sus utilidades pero baja su adquisición de materias primas, dentro de esta tormenta siguen siendo los consumidores los que resienten peor en sus economías familiares.
La Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus) advierte que comprar ya no es como antes, si bien siempre tuvo precio ahora es mayor el costo de vida no permite mantener los estándares del pasado. Puesto que los salarios no han subido más que la inflación, los gastos seguirán estancados.
Advierte que los servicios de transporte aéreo y el turismo siguen al alza, mientras que los combustibles marcan precios históricos los alimentos no se quedarán atrás, la falta de fertilizantes y el costo del transporte disminuye la capacidad de ofrecer precios aceptables para toda la población.
El peligro de la inflación se asoma en las dietas de todas las familias, mientras que la salud corre riesgos junto en tiempos en que los cambios llegan a Chile, nuevas normas y nuevos puestos le darán propósitos a la atención de salud y la persecución de asegurar la alimentación para cada usuarios es una carrera que va contra el reloj, la tormenta no se disipará con el gran conflicto que también azota a los gobiernos del mundo, el calentamiento global.
Las opciones comienzan a aparecer en las alternativas para consumir, el hidrógeno verde, energía solar y fertilizantes alternativos marcan la pauta para obtener nuevos productos, mientras que la producción de carne disminuye la demanda crece. Sin duda, las complicaciones llegaron para quedarse y este es solo el comienzo para las transformaciones necesarias de nuestra sociedad.
Para Conadecus las alzas son malas noticias para los consumidores, lo importante es cuidar las economías de las familias, evitar el sobreendeudamiento y priorizar las compras de lo estrictamente necesario.