El ex senador Girardi debiera recordar por experiencia propia que levantar pesas a cierta edad es peligroso para la salud, y más aún hacerlo consumiendo esteroides políticos. La adhesión a un gobierno debiera mostrar algo de sinceridad y transparencia, no solo cálculo de matemáticas simples.
El drama de los segundos pisos es que son solo oreja y no cargos ejecutivos reales. No resuelven nada, son mensajeros de problemas y, como dicen los mexicanos, viven en el error porque están fuera del Presupuesto Fiscal.