Los individuos habrían manifestado que el objetivo era dar un ultimátum para la salida de la concesionaria Sendas, en línea con una acción anterior ocurrida en octubre en el mismo acceso al lugar, por la comuna de Curacautín.
La puerta la abrió la directora de Conaf de La Araucanía, quien habría considerado “interesante” que las comunidades mapuche de la zona participaran en la administración de los parques, despertando el apetito por el control de éstos.