La vicepresidenta de EE.UU, Kamala Harris, junto a los gobernantes de Japón, Canadá, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Australia condenaron este viernes el lanzamiento de un misil balístico intercontinental (ICBM) por parte de Corea
El gobierno de Seúl debió poner en marcha un operativo aéreo para interceptar las aeronaves en caso que hubieran ingresado a su territorio. El hecho se produce durante una semana de alta tensión en la península por las pruebas balísticas que ha llevado a cabo el régimen de Pyongyang.
Las autoridades emitieron una alarma y la orden de evacuar a los residentes de dos regiones septentrionales hacia lugares seguros.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, consideró el episodio como «un acto de barbarie».