Opinión

Cancelados del mundo, uníos

Nos extrañamos cuando de pronto alguien levanta el tupido velo y nos encontramos con que sobreviven, están ahí y defienden su cultura, su tierra, luchan por mantener su idioma, veneran a sus ancestros, le ruegan y entregan ofrendas a la Pachamama o a Chao Negüechen, quieren ser oídos y su cultura respetada en su diferencia y cosmogonía.

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Vamos haciendo memoria

Si los que rechazan hoy fueron capaces de aprobar con entusiasmo ese engendro -la Constitución de 1980-, no les reconozco autoridad moral alguna para objetar la que 40 años después nos invitan a votar, ni creo en su llamado a construir la casa de todos ni una que nos una.

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Ni la madre que lo pario

Del lado del rechazo, más allá de rebajar los quorum para reformar y con ello resucitar la constitución declarada muerta, no he visto compromisos concretos que indiquen cuál es su propuesta, que no sean los mismos que a la nueva constitución proponen hacer los partidarios del apruebo.

Opinión

Palabras, palabras, palabras

A la larga, para decidir, el votante recurrirá más que a lo literal de las palabras, a su intención o espíritu claramente manifestado en ella misma, o a la historia fidedigna de su establecimiento como nos enseña Andrés Bello.

Opinión

Un, dos, tres, momia es

No hay caso, la derecha chilensis no logra desprenderse de sus etiquetas, no  quiere cohesión, prefiere la segregación, la educativa, la laboral, la sexual, la racial. No entiende que estamos en otra época, que así como otros han entendido que el mercado es necesario, ellos deben entender que, para que funcione, debe ser abierto y no exclusivo, donde al Estado no solo debe regular sino también participar si es necesario.

Opinión

Humillados y ofendidos

Dramática la pérdida de relevancia de la DC. Está claro que no es ni con mucho el partido que fue. Los héroes de entonces han sido opacados por sucesores que no logran estar a la altura de los luchadores sociales que destacaron en los sesenta.

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¿El ocaso os perturba?

A la hora de elegir, sabiendo que -la nueva Constitución- no es perfecta, si de creer se trata, estoy más por el “aprobar para mejorar” que por el “rechazar para reformar”. Lo cierto e indesmentible, es que asistimos al ocaso de una época y eso angustia y perturba a los que se aferran a ese Chile que era de ellos y para ellos y que hoy, no carente de desprolijidad, se pretende sea para todos.