La decisión de Benjamín Netanyahu de «tomar el control» de la Ciudad de Gaza, donde actualmente tratan de sobrevivir en condiciones inhumanas casi un millón de personas palestinas, fue calificada como «indignante» por la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard.
«Es totalmente indignante y repulsivo que el Gabinete israelí haya aprobado planes para aumentar su presencia militar terrestre en la Franja de Gaza ocupada y tomar completamente la Ciudad de Gaza. Nada puede justificar las atrocidades masivas adicionales que conllevará una ocupación militar ampliada de la Ciudad de Gaza», señaló.
Los planes, aprobados supuestamente bajo la apariencia de obtener la liberación de los rehenes, se han encontrado con la oposición de las familias de éstos y de la cúpula militar israelí. De implementarse, causarán un sufrimiento extraordinario a la población palestina de Gaza que se enfrenta a la hambruna en el contexto del genocidio en curso. También violarán el derecho internacional y pisotearán la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia que concluía que la presencia continuada de Israel en el Territorio Palestino Ocupado es ilegal y debe acabar, agregó Callamard.
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Amnistía Internacional instó al Gabinete israelí a que detenga y revoque inmediatamente esta «gigantesca atrocidad en ciernes» antes de que sea demasiado tarde, y a que ponga fin al genocidio.Además, reiteró el llamado a Hamás y otros grupos armados palestinos para que dejen en libertad de forma inmediata y sin condiciones a todos los rehenes civiles.
«Después de romper el acuerdo de alto el ruego y reanudar los ataques en la Gaza ocupada el 18 de marzo de 2025, Israel ha intensificado las órdenes de desplazamiento masivo, lo que ha transformado las zonas occidentales de la Ciudad de Gaza en un océano de sufrimiento en el que cientos de miles de personas palestinas, en su mayoría desplazadas internas, se ven obligadas a librar a diario una lucha cruel e inhumana por la supervivencia. La mayoría vive en campamentos improvisados o de alquiler en casas dañadas bajo una mezcla mortal de bombas, hambre y enfermedades. La ampliación de las operaciones terrestres en la Ciudad de Gaza tendrá consecuencias catastróficas e irreversibles para una población palestina que no tiene posibilidad de recibir ayuda médica, pues los ataques israelíes han destruido y reducido a jirones el sistema de salud de Gaza».
«Cuando creíamos que ya habíamos visto desplegarse los capítulos más crueles y dolorosos de este genocidio —con el uso continuado y creciente por Israel del hambre como método de guerra—, los planes para intensificar las operaciones militares en la Ciudad de Gaza indican que, de hecho, lo peor está por venir,» sostuvo la Secretaria General de Amnistía Internacional.
Callamar señaló que «la comunidad internacional, sobre todo los aliados de Israel, incluida la Unión Europea y sus miembros, no pueden permanecer al margen manifestando lugares comunes y condenas vacías que no serían más que otra cortina de humo, al mismo tiempo que permiten que se desplieguen los horrores del genocidio de Israel. Los Estados deben suspender con carácter de urgencia todas las transferencias de armas, adoptar sanciones selectivas y poner fin a cualquier relación con entidades israelíes cuando ésta contribuya al genocidio de Israel contra la población palestina de Gaza».
