Por Víctor Gómez L.
1.- La derecha apuesta a ganar la presidencial y necesita eliminar un factor conflictivo, que seguro será promovido por sus opositores.
2.- Las AFP -que guiaron y supervisaron toda la discusión parlamentaria- cierran el ciclo de «cambios» sin tocar el negocio, dejando intacto el modelo y aumentando sus millonarios recursos (poder) de manera exponencial con destino al mercado financiero.
3.- E.Matthei, sus asesores y sus partidos deben arrinconar a JA Kast, J. Kaiser y cualquier expresión de derecha en los 10 meses previos a la presidencial. Aprobar la reforma fue funcional a este objetivo.
4.- Los bloques oficialistas no tienen candidato o candidata, no controlan la agenda pública y sufren un desgaste político sin vuelta. Incluso el gobierno puede sacar réditos con posicionamiento de nombres – Marcel y Jara-, lograr una mejoría en su evaluación y más de alguno adjudicarse un supuesto legado, sin embargo, estos factores no modifican sustancialmente la realidad de los pensionados ni menos dan vuelta la tortilla electoral.
5.- La derecha sabe que no existe movimiento social organizado capaz de volcar la reforma previsional, por lo que, goza de espacio para concesiones poco sustanciales al gobierno, que capituló en su programa de transformaciones a cambio de terminar a como dé lugar su mandato.
6.- Salvo que cometa errores garrafales, la derecha –con absoluto poder mediático- se apronta a ganar las elecciones con sus adversarios perfeccionando el modelo de las AFP, un triunfo estratégico que no estaba ni en el mejor de los sueños neoliberales de los Chicago Boys.