Si bien, se redujo la inflación con respecto a años anteriores en 2024 no se podrá alcanzar la meta de 4% alcanzando a un valor próximo al 5%. En el año, combustibles (electricidad) y la volatilidad de los alimentos jugaron contra la meta.
Hay coincidencias en resultados modestos -pero en la franja positiva- para 2025, tanto para el PIB como para la inflación. El Informe anual del FMI sobre Chile coincide en este pronóstico, aunque destaca el carácter inestable e incierto de la economía mundial lo que puede cambiar la tendencia. En lo interno, indica el FMI, “persisten las preocupaciones sobre la delincuencia, la migración y la desigualdad, mientras que la polarización política está obstaculizando el progreso de las reformas”.
Las opiniones recogidas de un panel seleccionado que hace el Banco Central llevan las expectativas de inflación a alrededor de 3% para 2025 y 2026 pese a que un estudio de la Comisión de Energía, analizado por Conadecus, afirma que en enero 2025 habrá un nuevo e importante efecto en los precios por un alza de hasta 10% en la electricidad.
El impacto de la reforma tributaria resta indefinido porque podrían reducirse los ingresos fiscales con sus consecuencias en el financiamiento de las políticas sociales.