EuroAmerica Seguros de Vida S.A., una compañía de seguros responsable de administrar fondos de pensiones y rentas vitalicias ha sido duramente criticada por sus arriesgadas inversiones y maniobras con fondos provenientes de los ahorros de los pensionados. Varias parecen seguir un modus operandi marcado por el uso de información privilegiada y decisiones adoptadas entre un estrecho círculo de contactos. En ellas se exponen los fondos no solo a altos riesgos financieros, sino también muestran deficiencias de transparencia y generan dudas éticas en torno a su gestión.
EuroAmerica ha aparecido en la agenda noticiosa nacional a raíz de la llamada colusión de los casinos. A través de su filial EuroAmerica Seguros de Vida S.A., posee una participación significativa en la cadena de casinos Enjoy. En 2022, se convirtió en su principal accionista, con una participación del 15,25% de la propiedad. Enjoy, en materia de pasivos, ha enfrentado desafíos financieros considerables. En diciembre de 2021, la serie de bonos emitidos en Estados Unidos representaban el 82,15% del pasivo financiero de la empresa, equivalentes al 89,4% de su patrimonio. Y el pasivo total de Enjoy era 2,76 veces su patrimonio en ese momento. A ese juego se allegó EuroAmerica.
Enjoy enfrenta hoy una denuncia legal y una multa de hasta 37 millones de dólares impuesta por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) debido a su colusión con otros casinos en la industria de los juegos de azar en Chile. Esta sola sanción por prácticas anticompetitivas genera ya un grave riesgo para la sustentabilidad y rentabilidad de la inversión de EuroAmerica y derechamente cuestiona la prudencia de apostar los ahorros de los pensionados en una empresa de alto riesgo que, para peor, hoy se encuentra bajo investigación. La situación de Enjoy, con sus pasivos significativos y sus bonos en Estados Unidos, expone los fondos de los jubilados en poder de EuroAmerica al riesgo de insolvencia y de posibles litigios que podrían implicar su pérdida total.
Enjoy no es el único negocio riesgoso o fallido de EuroAmerica. Otro ejemplo es la inversión que EuroAmerica hizo en marzo de 2023 en el «Fondo Capital Estructurado I» de Larraín Vial, conocido sarcásticamente en los medios financieros nacionales como el «Fondo Corneta». La compañía compró cuotas de este fondo, destinado a refinanciar las deudas de Antonio Jalaff, exsocio del grupo Patio, con un descuento del 50%. El valor del grupo Patio en ese momento se estimaba en 8 millones de UF, con una valoración real de 18 millones de UF. Así, EuroAmerica invirtió UF64.000 (unos 2,5 millones de dólares) esperando una alta rentabilidad. Sin embargo, el fondo no logró los rendimientos esperados y resultó en pérdidas significativas. Esta apuesta fallida, también en un fondo cuestionado por prácticas internas dudosas como la utilización de facturas falsas, es otro ejemplo de los cuestionamientos a la falta de prudencia imputada a la empresa en la gestión de los fondos de los pensionados.
Tal situación no corresponde solo a una época reciente, sino que con matices se reproduce en el tiempo. Una operación todavía más controvertida involucró la apropiación de una garantía de Curauma S.A. hace una década, empresa con activos inmobiliarios tasados en más de 500 millones de dólares. A través de movimientos internos y traspasos prohibidos por ley entre empresas coaligadas pertenecientes a EuroAmerica, la garantía fue absorbida, tras una operación de baja transparencia a través del Banco de Chile, que solo benefició a los controladores de EuroAmerica.
En efecto, este traspaso, que funcionó como una usurpación encubierta de los activos de Curauma, resultó en pérdidas para los más de 1.600 accionistas minoritarios y elevó las ganancias de los propietarios de EuroAmerica, los señores Henry Comber y Nicholas Davis de manera ilegítima si no ilegal.
En todas las operaciones mencionadas de EuroAmerica se percibe siempre una especie de patrón en el cual los principales beneficiados resultan ser los miembros de un círculo cerrado de contactos que manejan información reservada. Este sistema de decisiones en círculos estrechos y concéntricos con eventual intercambio secreto de datos para facilitar la operación, algo expresamente prohibido por ley, genera ventajas en unos pocos y traslada los riesgos a inversores minoritarios y/o a fondos como los de los pensionados que están diluidos en miles de personas individuales que quedan inermes en sus derechos.
La estrategia de invertir en empresas que tienen o crean antecedentes de colusión, de manipular internamente garantías de deudores y, en general, efectuar compras u operaciones en sectores de alto riesgo levanta serias dudas sobre la transparencia, la ética y el verdadero compromiso de empresas como EuroAmerica con reglas sanas de mercado. Sobre todo los mercados financieros y el manejo de fondos socialmente frágiles como aquellos que corresponden a las pensiones. Ello pone en juego la credibilidad del sistema financiero, su estabilidad y de manera inescrupulosa compromete el futuro de miles de adultos mayores que arriesgan perder los ahorros de toda su vida.