Más de 1500 personas han muerto, y siete millones se han visto afectadas, por las inundaciones que desde septiembre castigan a 16 países de África occidental y central, informó este lunes 4 la Oficina de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (Ocha).
Las inundaciones causaron graves daños a más de 620 000 viviendas y a numerosas instalaciones de servicios, entre ellas escuelas y centros de salud, y un millón de personas han debido desplazarse de las zonas urbanas y rurales anegadas.
De los afectados, más de 80 % habita en seis países: Camerún, Chad, Malí, Níger, Nigeria y la República Democrática del Congo, pero en general se ha afectado gran parte del Sahel, la franja semiárida que separa el desierto del Sahara de la zona de bosques en el continente.
Durante los primeros meses del año las lluvias inusuales y las inundaciones habían castigado otras subregiones, como África del noroeste (Argelia, Marruecos) y los países del llamado Cuerno de África y otros del oriente africano.
Las inundaciones, destacó el reporte de la Ocha, agravan los problemas existentes derivados de los conflictos armados y de desastres naturales anteriores. Las crisis superpuestas han desplazado a más de 14 millones de personas en los últimos cinco años, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
En varios países de la región, y a menudo cruzando fronteras, operan insurgencias islamistas, bandas delincuenciales y se registran choques entre grupos poblacionales de distintas etnias y con economías tradicionales de agricultura o pastoreo nómada, que con frecuencia también entran en conflicto.
Ante el incremento de los desplazados y refugiados climáticos, Acnur ha solicitado una ayuda financiera urgente de 10,6 millones de dólares para atender las necesidades más apremiantes de al menos 228 000 nuevos desplazados en África central y occidental.
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras, por su parte, dijo que el hambre se ha convertido en un problema serio para las personas desplazadas y refugiadas, pues las inundaciones dañaron numerosos campos de cultivo en la región.
La Ocha también advierte de que las mujeres y las niñas se enfrentan a mayores riesgos de protección en los campamentos superpoblados con personas desplazadas y refugiadas, mientras que 10 millones de niños han visto interrumpida su educación.
Estima que es probable que la situación empeore, en particular en África central, donde la temporada de lluvias continúa hasta diciembre, y considera fundamental brindar asistencia humanitaria urgente y soluciones de fomento de la resiliencia a largo plazo.
La situación será grave en los países afectados durante los próximos meses, aún si las lluvias cesan y la situación de inundación declina, pues la población en general probablemente tendrá menor oferta y con ella mayores precios en los alimentos.
La grave alteración en los ciclos de lluvia, y su intensidad sobre regiones tradicionalmente sedientas como el Sahel, se asocia al cambio climático y a las olas de calor, después de que en los meses de marzo y abril esa zona de África registrase temperaturas superiores a 45 grados centígrados.
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Fotografia Augustin Zusanne
Fuente: Agencia Internacional de Noticias INTER PRESS SERVICE (IPS)