Marcela Cubillos Sigall, la candidata independiente de ultraderecha que fue apoyada por Chile Vamos, es decir la UDI, RN y Evopoli que dejó libertad de acción a sus militantes en Las Condes, el ícono de una derrota a manos de una concejala, sin mayor trayectoria política.
«Ella es» decía en el voto, intentanto marcar diferencias con la otra Cubillos que iba en la papeleta. Ello sirvió como refuerzo para no equivocarse y marcar por gente con ética, como Catalina San Martín o cualquiera de las otras candidaturas.
La nueva alcaldesa de Las Condes, entrevistada por la noche antes de conocerse el resultado, decía que el eventual triunfo se debía a su rol fiscalizador, en primer lugar. Sobre si influyó el escándalo por los 17 millones detectado por la prensa entre la universidad San Sebastián y Marcela Cubillos, señaló que eso habría que preguntárselo a los votantes.
Pero lo cierto es que si no influyó, no es menos cierto que recibir 200 millones de pesos por no hacer nada, teniendo un ingreso superior a cualquier Premio Nobel en cualquiera de las universidades más prestigiadas del mundo, no le favoreció. Cubillos con su 38 por ciento demostró que el voto duro en el territorio de la derecha sigue siendo importante, pero esta vez no le alcanzó.
Tampoco le alcanzó su papel de Ayuso, de Trump o de Milei, doblando la apuesta cada vez que en redes sociales alguien se refería a sus millones. Si su madrina Matthei salió a defenderla, justificando que 17 millones los ganaba un futbolista o un artista «y nadie dice nada».
A diferencia de otro electorado, en Las Condes la gente no vive pegada a los matinales, sino que está conectada a las redes sociales. Cubillos pretendió doblar la apuesta y no se bajó de la candidatura, haciéndose la víctima y reclamando cómo se atreven a meterse en asunto entre privados.
En política se han visto muertos cargando adobes. Evelyn es una de ellas, quien tras el Kiotazo estuvo dos meses engañando a la gente sobre el origen de la grabación que hizo el Ejército a Sebastián Piñera. Por ello Marcela Cubillos Sigall volverá a la carga, talvez como precandidata presidencial, triplicando la apuesta y apuntando a un electorado menos informado, gente que olvida rápido.