El actual escenario que se vive en cuanto al almacenamiento de agua en los embalses de la región de Coquimbo, donde se ve una baja de un 60% de los niveles en comparación a la misma fecha durante el año pasado y en donde incluso se registra que los embalses están al 6% de su capacidad, según lo informado por el Laboratorio de Prospección, Monitoreo y Modelación de Recursos Agrícolas y Ambientales (PROMMRA) de la Universidad de La Serena, es preocupante y hace pensar en las distintas medidas a considerar para evitar escenarios de extrema escasez.
El uso consciente del recurso hídrico por parte de las personas y la necesidad de que las autoridades tomen medidas para asegurar el abastecimiento humano son las prioridades según el especialista en modelación hidrológica de la Universidad de La Serena, Sebastián Norambuena.
El profesional del Consorcio Centro Tecnológico del Agua Quitai, explicó que “dentro de las recomendaciones comunes está el uso consciente y eficiente del recurso en todas las actividades diarias del hogar, enfocándose principalmente en los procesos que conllevan mayor cantidad de uso como tiempos de las duchas, riego de jardines, lavado de autos, etcétera”.
Por otro lado, y no menos importante, “es tomarse un tiempo para informarse y lograr entender los procesos hidrológicos que están sucediendo en sus territorios. Es un fenómeno que ya se ha vivido anteriormente con menor o mayor magnitud, y que en conjunto debemos afrontar con conocimiento, recomendaciones, propuestas, ideas para ser resiliente a la sequía que se está afrontando”, afirmó.
En el caso de las autoridades planteó que “deben asegurar, en primer lugar, el agua para el consumo humano en los lugares donde es más escasa. La región cuenta con muchos Sistemas Sanitarios Rurales (SSR) que están viviendo las consecuencias de la disminución de precipitaciones en la última década por lo cual es importante determinar los SSR que tienen más urgencia en el abastecimiento”.
Norambuena también indicó que al haber poca acumulación en los embalses la alternativa es utilizar las aguas subterráneas: “hay que tener en cuenta que al disminuir las aguas superficiales o la embalsada, la próxima fuente a explotar son las aguas subterráneas. Eso implica, tener control de las extracciones, para llevar seguimiento al uso de estas aguas de manera sustentable y, por lo tanto, cuidar el acuífero en su almacenamiento”.