Por Eugenio Salas, pintor y escultor
Conocí a Víctor Jara siendo niño. Yo tenía unos siete años y él había venido a la Provincia de Arauco, a Lanalhue, y había escrito el tema sobre Angelita Huenumán. Lo encontré en la calle paseando con su guitarra al hombro.
Con los años me definí como artista y hoy día trabajo sobre esta temática mapuche. Por eso he incorporado en este homenaje, y en esta guitarra, el título de merced de la comunidad Juan Segundo Marileo, con el número 33 y que corresponde a las tierras donde vivía Angelita Huenumán, esta tejedora mapuche que inspiró el bello tema de Víctor.
Pinté el retrato del artista, además, en una atmósfera de invierno, de lluvia y al interior de la guitarra el nombre de Víctor Jara, porque al arte tiene nombre de artista y sigue viviendo en el alma de esa guitarra.
En los puentes del brazo de la guitarra incorporé fragmentos del paisaje de este territorio de Arauco. La orilla del mar, la orilla del lago.
Para mí era un deber participar en el homenaje y reconocimiento que se hace a la memoria y la obra de este extraordinario artista.
Hoy se cumplen 50 años de tu muerte, pero con tu arte y tu consecuencia estás viviendo cada día entre nosotros, haciendo un cigarrito, hundiendo el arado, tejiendo junto a Angelita.
Eugenio Salas es Licenciado en Arte en la Universidad de Santiago, con mención en pintura