El capitán Vergara y la historia del mensaje escondido en la ex cárcel pública de Santiago por los aviadores presos

Por estos días ha circulado en las Redes Sociales un video en el que la expresidenta Michelle Bachelet lee un mensaje que los condenados por el consejo de Guerra de la Fuerza Aérea, entonces presos en la Cárcel Pública, ocultaron en una celda del recinto.

Más de alguien me ha preguntado de qué, en rigor, se trata el asunto. Esta es la historia.

Desde mediados de diciembre del 73, la Fiscalía de Aviación había enviado a la Cárcel Pública a los oficiales y suboficiales del proceso caratulado “1-73. Contra Bachelet y otros”. Habitábamos la Galería 2, consistente en una cancha de básquetbol, en dos de cuyos costados contiguos, se alineaban las celdas. Conste que las vetustas instalaciones databan de comienzos del siglo XX.

La celda del vértice, -la número 12- por su conformación, era algo mayor que el resto, razón por la que –diseñada para 2- nos hacinaron en ella a ocho de nosotros. Si bien tenían una superficie suficiente para un par de camastros, tenían mucha altura, lo que nos permitió acomodarnos instalando camarotes adosados a las paredes prácticamente hasta el curvo techo. Todo un “gallinero” humano.

Los de la celda éramos viejos conocidos. (Yo venía de trabajar con el General Bachelet) Nada extraño pues, siendo la Fuerza Aérea relativamente pequeña, después de algún tiempo en la institución, de una u otra forma nos conocíamos casi todos los oficiales.

Comenzaba marzo del 74. Cerrado el sumario que conformaría los cargos para la acusación ante el Consejo de Guerra, (¡jurídicamente nos encontrábamos en una!) la Fiscalía se había hecho presente en la prisión para comunicarnos oficialmente los delitos que se nos imputaban y las penas asociadas a ellos.

El general Orlando Gutiérrez, nuestro Fiscal,  no había escatimado en condenas a repartir. ¡A seis de nosotros nos pedía Pena de Muerte! De allí para abajo era una “lluvia de años”. Estimulados por la emoción de enfrentar tan insólita como comprometedora situación, a algunos se nos ocurrió dejar constancia material de ella.

El General Sergio Poblete Garcés, el más antiguo del grupo, oficial celoso de su dignidad y hombre de gustos refinados, recibía periódicamente lujosos habanos contenidos en elegantes envases de aluminio. Olvido el origen de aquellos.

En su casi centenario uso, la construcción de acomodaciones que permitieran el hacinamiento de generaciones tras generaciones de presos en la celda 12, habían dejado como huellas numerosos hoyos en sus voluminosas paredes. ¡Surge entonces la asociación entre el envase de los puros del General Poblete y los susodichos hoyos!

Decidimos, en consecuencia, dejar un  mensaje “para el futuro”. Acordado el texto, procedo a la redacción del mismo y a recolectar las firmas de los habitantes de la celda. Hecho eso, envuelvo la hoja de papel en un trozo de lámina de cobre (que utilizábamos para hacer repujados) y lo pongo en uno de los envases de puros del General. Como hecho para el efecto, el tubito de aluminio se desliza hasta el fondo de uno de los muchos hoyos de la celda. Sellamos el escondite con el yeso que también era parte del equipamiento necesario para nuestra incipiente práctica de “repujados en cobre”.

Veinte años más tarde y dispuesta la destrucción de la vieja Cárcel Pública de Santiago para dar espacio a proyectos inmobiliarios, el recinto es abierto al público para visitas guiadas. De paso por Santiago, el Capitán Jorge Silva Ortiz, uno de los ocho de la celda 12, decide recordar sus viejos tiempos “en cana” y se matricula en uno de los recorridos. Llegados a la Galería 2, el cicerone cuenta a los turistas que por allí habían pasado los prisioneros políticos de la Fuerza Aérea, aventurando precisar algunas ubicaciones. Para su sorpresa, alguien del público se permite corregir y precisar sus aseveraciones.

No solo eso. El Capitán Silva revela al guía que en la celda 12 hay un documento oculto en la pared. Al revuelo originado por el curioso anuncio hecho por este visitante, antiguo habitante de la ahora histórica celda y proveniente de Londres, sigue la confirmación material de  la denuncia.

Las autoridades del recinto proceden a su búsqueda y rescate. Descubierto el documento y dilucidada su propiedad (cuestión no exenta de complicaciones) se procede al anuncio y presentación pública del mismo, acto celebrado en la misma ex cárcel, con presencia de Ángela Jeria y algunos de nosotros. El documento queda bajo la custodia del Comandante Ernesto Galaz Guzmán, otro de los moradores dela celda 12.

Durante el Gobierno de Michelle, siendo Ministro de Defensa Francisco Vidal, me correspondió coordinar la entrega del mentado documento al Museo de la Memoria, en una breve ceremonia realizada en la oficina del Ministro Vidal.

A la fecha, sobrevivimos de la celda 12 el Capitán Silva y el suscrito.

 

Santiago, septiembre 2023.

 

Raúl Vergara Meneses

Capitán (R)

Fuerza Aérea de Chile