«Hoy día cuando la justicia nos toca habría que descontarle estos 30 años, porque llegan ya muy tarde a enfrentarse a la justica. Llegan con 70 u 80 años de edad y la experiencia más cercana la tenemos con Chacón, que fue condenado con 85 años. ¿Qué pienso yo de ese suicidio? Quiero reflexionar en frío, no me gusta hablar de la gente muerta. ¿Qué opciones tenía este caballero? Con 85 años y condenado a 25 años ¿estaba en condiciones de cumplir la pena de cárcel que le fue impuesta por la justicia, estaba en condiciones de fugarse del país? La tercera opción era la de autoeliminarse, creo que era la más dramática. Yo pienso más en la familia que en él, porque tomó una determinación que no tenía salida, salvo la salida de cumplir una pena muy merecida».
Con estas palabras el abogado de derechos humanos, Nelson Caucoto, reflexionó al intervenir en un reconocimiento a 50 años del Golpe, ofrecido en el puerto de San Antonio por la Fundación Pensar Chile.
Habló del general Hernán Chacón, quien se suicidó antes de entregarse a la policía para ingresar a la cárcel por el homicidio y secuestro de Víctor Jara y Littré Quiroga. «Han tenido los mejores abogados de Chile, se han defendido en todas las instancias, han hecho uso de todos los recursos que la legislación interna les concede. Si fueron condenados es porque eran culpables, simplemente», sostuvo.
Caucoto agrega que «quien es capaz de alzarse contra sus semejantes de la manera como se alzaron contra Littré Quiroga y Víctor Jara, tienen que pagar. En ese aspecto la justicia es sanadora. También tenemos que entender el punto de vista de las víctimas, qué significa que a alguien lo condenen por el crimen a sus seres queridos, que los sana, porque trae una tranquilidad de espíritu en las personas».
«La justicia tiene 3 elementos que deben darse de manera copulativa, de manera conjunta: el conocimiento de la verdad, la sanción y la reparación. Sin ellos tres no hay justicia. Y entonces uno dice, y este caballero que se suicidó la justicia le llegó tarde, pero no por culpa de las víctimas, es por culpa del Estado, es por culpa del sistema de justicia que no se atrevió a tocarlos antes y le dio 30 años de asueto, de libertinaje, 30 años de impunidad», señaló el jurista.
Abordó lo que ha hecho la justicia en 50 años. «Yo creo que tenemos 20 años de acción de la justicia, desde el 2000 o 2003 hasta ahora. En Chile, pleno gobierno del Presidente Frei Ruiz Tagle se produjeron varios hechos positivos en el tema de derechos humanos. Se llamó a una mesa de diálogo que fue muy atacada por sectores de derechos humanos, que implicó tres asuntos que son tremendamente significativos: uno, el reconocimiento del Ejército de hacerse cargo de la muerte de 200 chilenos. Eso yo no he visto que haya pasado en otro país en el cono sur. O sea el Ejército asume para sí la matanza de 200 chilenos. Segundo, el jefe del Ejército, el general Cheyre señala que nunca más la institución se va a involucrar en actos de violencia para resolver un tema político. Son palabras que tal vez de se las lleva el viento, pero habrá que sacárselas y enrostrárselas el día de mañana si es que se atreven a dar otro golpe de Estado. Lo tercero, pero que parece menos significativo es la institución de los jueces con dedicación exclusiva, lo que significaba que se sacaba a un juez de un tribunal del crimen y se dedicaba a las causas de derechos humanos. Hicieron maravilla en 3 años, desde el 2000 al 2003 procesaron a 400 agentes del Estado, y si uno mira hacia atrás no teníamos ninguno, ningún procesado en casos de desaparecidos».
«Era tan potente, rápido y eficiente el sistema, que cada mes debían rendir cuenta a los superiores. Qué sucedió después, la Corte Suprema le puso término a los jueces con dedicación exclusiva, inexplicablemente, y designó ministros de la Corte para hacerse cargo de estos casos, pero ya no tenían la exclusividad. Claro, muchas veces se reclama que la justicia que llega tarde no es justicia. Yo creo que algo de razón tiene esa aseveración, porque muchas veces se murió el querellante, la mamá, el papá del desaparecido, del ejecutado. Si a los 50 años llegamos a hacer justicia, que bien por nuestro país, que vergüenza que sea a los 50 años. Chile es el único país en el mundo que luego de 50 años sigue haciendo justicia. Hay mil 600 causas de derechos humanos que se siguen tramitando», agregó.
Sobre los grupos que reivindican el Golpe, les recordó: «A los negacionistas les digo: el mes pasado, en julio, hubo 54 agentes del Estado que fueron condenados a la cárcel por crímenes de lesa humanidad, y ustedes ¿han visto que ello ha salido en algún diario? ¿Han visto algún editorial en El Mercurio o en algún matinal que por hacer desaparecer personas van a la cárcel? Entonces aquí está la clave, la clave está en que al pueblo lo tienen desinformado y porque el pueblo está desinformado vota rechazo a la Constitución, porque uno no puede pensar que en Petorca haya ganado el Rechazo, cuando la propuesta le devolvía a las personas el agua. Entonces a los negacionistas hay que decirles que el día de mañana, si se repite una dictadura, vas a tener que soportar lo que soportan estos tipos que están cayendo presos en Punta Peuco o en Colina 1».
Concluyó señalando sobre el legado de la experiencia que ha vivido Chile: «Si hay algo que ha podido legar el mundo de los derechos humanos a la sociedad en su conjunto, y fundamentalmente a esos jóvenes que no vivieron la dictadura, es decirles que pueden vivir y dormir tranquilos, porque cualquier dictadura en el futuro ya está notificada que sus crímenes van a ser perseguidos por siempre y donde sea que se cometan».