Los festejos en el Senado con la aprobación del proyecto de ley de la jornada laboral de 40 horas no se hicieron esperar. Encabezados por la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeanette Jara, también festejaban las coautoras de la iniciativa Camila Vallejo y Karol Cariola, quienes presentaron la idea el 2017, cuando ambas eran diputadas, junto al apoyo de los entonces también diputados Daniel Núñez y Guillermo Tellier.
Este proyecto lleva el sello del Partido Comunista, pero en el Senado su apoyo fue unánime, pese al rechazo inicial de diputados de entonces, como el RN Nicolás Monckeberg, quien en una recordada exposición ante la Comisión de Trabajo dijo que con una jornada de 8 horas los deportistas «no podrían presentarse a la Copa América».
Sin embargo, pasarán 5 años para que las 40 horas sean realidad en el mercado laboral chileno, porque una vez aprobado se rebajará a 44, el 2025 otras dos y el 2027 dos más, quedando en 40 horas. Aún así, el Ministerio del Trabajo impulsó el sello 40 horas, al cual las empresas pueden adscribir libremente y son certificadas. Necesitan tener un 80% de la planilla contratada con jornada de hasta 40 horas y un mínimo de 30, no haber sido multadas por malas prácticas laborales y tener al día sus obligaciones previsionales.
Esto hace prever que en la práctica las 40 horas serán una realidad mucho antes, porque las empresas necesitan horarios similares y conocidos para producir en cadena o en línea. Una trabajadora o un trabajador preguntará antes de tomar un empleo cuántas horas trabajan y cuánto es el pago, pues ante una oferta de 40 horas a igual remuneración optará por esta opción.
También estarán las opciones de trabajar 4 días por 3 de descanso o 4 semanas de 5 días, acumulando el saldo al final del mes. Todo ello luego de que el proyecto de ley vaya a tercer trámite a la Cámara de Diputadas y Diputados para su despacho y se promulgue como ley el 1 de mayo próximo.